En un entorno idílico de la provincia de Salamanca como es la Sierra de Francia se halla el enclave de unos de los 40 pueblos medievales más bonitos de toda España.
La sección de viajes de National Geographic ha elegido a la localidad de La Alberca como uno de ellos por sus múltiples condiciones relativas a la arquitectura, su fusión de culturas, sus tradiciones y la belleza de todos y cada uno de sus rincones.
Con poco más de 1.100 habitantes, esta localidad situada a 80 kilómetros de la capital es una parada obligada del Camino de Santiago y la Ruta de la Plata.
Miguel Ángel Luengo es su actual alcalde (socialista) y su gestión en los últimos años ha llevado a la localidad a un mayor reconocimiento internacional.
Una historia medieval
Las primeras pinceladas de la historia de La Alberca hay que buscarlas en la prehistoria, cuya huella sigue imborrable en las pinturas rupestres del Neolítico en algunos lugares de la comarca.
Pero, su mayor relevancia llega en la Edad Media (siglos XII y XIII) cuando se produjo la repoblación del municipio por decisión del Rey Alfonso IX. Gran parte de la población que llegó a esta zona tenía origen francés por ‘culpa’ de Raimundo de Borgoña, noble casado con Doña Urraca, una de las hijas de Alfonso VI; este hecho justifica la presencia de topónimos franceses en toda la Sierra de Francia.
Al finalizar esta época medieval, La Alberca vivió un hecho muy destacable; no fue otro que el hallazgo de la imagen de la Virgen de la Peña de Francia (1434), que convirtió el santuario creado posteriormente en un lugar de peregrinaje, al que se unieron todos los que seguían el Camino de Santiago a través del Camino del Sur por la Calzada de la Plata.
Desde entonces, este entorno se ha convertido en mito o leyenda, manteniendo su esencia en la actualidad por sus paisajes, arquitectura o costumbres.
Arquitectura geométrica de madera
Visitar La Alberca y recorrer cada una de sus calles o rincones es hacerlo a través de una arquitectura levantada a base de piedras y geometría entramada de madera, donde destacan los dinteles cincelados con inscripciones, y signos y anagramas religiosos.
Incluso se ha llegado a decir que la estructura del municipio es la de una judería, por lo laberíntico de sus calles, pero también ha habido quien ha asociado esto a los arrabales de Damasco.
Por todo ello, La Alberca es una fusión de tres culturas a lo largo de los siglos: la cristiana, la islámica y la judía.
En cuanto a su artesanía, lo más llamativo e histórico son los productos u objetos producidos de una manea totalmente artesanal, con el bordado serrano como base de todo. Éste utiliza imágenes de ramos florales o de animales mitológicos, peces y aves, junto con otros motivos religiosos, que los diferencian de los ejecutados en otras comarcas.
La gastronomía, otra seña de identidad
La gastronomía es otra de sus señas de identidad, con guisos y recetas de los productos como el cabrito, el cochinillo o la carne de vacuno como estrella, sin olvidarnos de los embutidos o los vinos de la Sierra. Disfrutar de sus productos en un entorno como éste, es todo un privilegio para los sentidos. Las fiestas y tradiciones de este municipio de la provincia son otro de los puntos fundamentales de su historia, lo que le ha llevado a ser una referencia en este ámbito.
La fiesta albercana por antonomasia se celebra el 15 de agosto (Virgen de la Asunción) con el Diagosto. Existen otras fechas señaladas tales como el Lunes de Pascua, el Lunes de Pentecostés, el Corpus Christi (ventanas y balcones con colchas y paños bordados);
El Lunes de Pascua, se celebra en las eras el día del Pendón, que arrebataron las albercanas del siglo XV a las tropas portuguesas del prior de Ocrato. El lunes siguiente (el de la octava de Pascua) es el día la Romería: en la Plaza, el Ayuntamiento convida al pueblo y a todos los visitantes a obleas y vino, servido éste por los mozos recién casados.
Por último, su entorno natural con Las Batuecas, la Sierra de Francia, las Hurdes o la Peña de Francia hacen de este municipio un lugar de obligado conocimiento; por todo…