Los padres de los niños de dos años que están matriculados en el CEIP Rufino Blanco han lanzado la voz de alarma contra la Junta de Castilla y León. ¿Por qué?
La implantación de la gratuidad educativa para niños de 2 y 3 años en centros públicos llevó a varios colegios a solicitar aulas de este tipo, mientras que para otros fue una ‘sencilla’ imposición de la Administración regional.
Sea como fuere, todavía no se había desarrollado una normativa clara para estas enseñanzas (como ejemplo, la ORDEN EDU/1063/2022 que establece el calendario y el horario escolar para el primer ciclo de educación infantil en CyL fue publicada en el BOCYL el pasado 24 de agosto y los directores estuvieron recibiendo instrucciones sobre comedor, horario…).
Ahora, la publicación de la normativa de admisión para el curso 2023-24, de reciente aparición, especifica que “todos los alumnos de 3 años tengan que ir en igualdad de condiciones al proceso de admisión”, lo que significa que nuevamente “hay que solicitar plaza en el centro que deseen”.
Esta decisión trae como consecuencia que algunas de estas familias, que ya estuvieron en la convocatoria del año pasado y que ahora están matriculadas y forman parte del Rufino Blanco, pueden verse excluidas de su plaza por otras familias con más puntos.
Protestas y movilizaciones
Por este motivo, los padres y las madres de los niños que pertenecen a este centro educativo estudian iniciar protestas o movilizaciones ante la escasa respuesta recibida por parte de la consejería de Educación de la Junta de Castilla y León.
La administración ha respondido a algunas de las quejas enviadas por estos padres, pero no a la pregunta de por qué el CEIP Rufino Blanco, en ejercicio de su autonomía, no puede otorgar un punto como criterio complementario a los alumnos de 2-3 años que ya se encuentran matriculados.
“Es una estafa, nos han vendido una moto. Es como cambiar las reglas del juego a mitad de la partida”, señalan algunos padres afectados.
