“Preocupación”; ésa es la palabra que mejor define la situación por la que atraviesan los ganaderos de la provincia ante la nueva campaña de vacunación.
Al menos eso es lo que denuncia la Organización Profesional Agraria (OPA) Asaja Salamanca, que indica el temor existente entre los profesionales del campo ante las campañas de saneamiento de tuberculosis y las obligaciones adquiridas por la nueva normativa en ‘lengua azul’.
También ha dado la voz de alerta “sobre la saturación a la que se verán inmersos los equipos veterinarios de Eulen si no se prevé con tiempo un refuerzo en los trabajos”. Asaja también ha pedido que se “la obligación de vacunar a los terneros que se encuentran en cebaderos sea más flexible, ya que el destino es el matadero y resulta muy complicado el manejo de estos animales que alcanzan los 600 kilos de peso”.
En este sentido, la OPA ya ha detectado que las unidades veterinarias “no dan abasto” para atender a la demanda de los ganaderos en saneamiento, situación que se verá agravada en las próximas semanas cuando finalice el período de estacionamiento libre del mosquito del género Culicoides, responsable de la transmisión de la ‘lengua azul’.
“Coinciden dos hechos: uno, que los ganaderos de Salamanca van a querer acabar la campaña de saneamiento por tuberculosis antes de verano. Y dos, que hay que vacunar y revacunar a todos los animales mayores de tres meses por ‘lengua azul’. Y no hay equipos para tanto”, zanjó el presidente de ASAJA Salamanca, Juan Luis Delgado, quien ha transmitido esta preocupación al Servicio Territorial de la Junta de Castilla y León.
