El deficiente estado de las instalaciones deportivas en Salamanca

Insuficientes y en un estado deplorable: éste es el escueto, pero eficaz resumen, de la situación general de las instalaciones deportivas en la capital salmantina.

Sin calefacción, obligando a los niñ@s a entrenar con camiseta y pantalones térmicos, bragas, sudaderas y guantes, con agujeros en las porterías, la mayoría de ellas sin una sujeción firme y segura, goteras en distintos pabellones cuando la lluvia hace acto de presencia, suelos levantados… y así podríamos seguir hasta una lista interminable de deficiencias que llevan años sin corregirse.

Estamos hablando de instalaciones deportivas, sí, donde cientos de niños y jóvenes entrenan y juegan cada semana.

Asientos del Frontón del Reina Sofía

Pero, pese a todo esto, el pasado 22 de marzo, el alcalde de la ciudad se puso el casco blanco para visitar las obras de una nueva ‘ciudad deportiva’ aún sin terminar, alejada de la ciudad y que no palía las deficiencias existentes en este apartado, destinando casi 3 millones de euros para este fin.

El Rosa Colorado, La Alamedilla, el Reina Sofía, Würzburg y su anexo, el pabellón de San José, el Reina Sofía, los Cuernos, Chamberí, La Salud, el pabellón Río Tormes… son los ejemplos más sangrantes del pasotismo del equipo de Gobierno municipal en relación al deporte en la ciudad. ¿Y La Aldehuela…? La Aldehuela ya es la ‘joya de la corona’, subvencionada con dinero público, pero con explotación privada, y cuyo estado es el claro ejemplo de lo que no hay que hacer.

Complejo del Rosa Colorado

Esta instalación deportiva cuenta con campos de Fútbol 11 y Fútbol7, además de unas pistas de tenis cuyo estado actual dista mucho de lo deseable.

El pabellón tiene un sistema de calefacción potente, pero salvo contadas excepciones, no se ha puesto en funcionamiento durante todo el invierno por orden del Ayuntamiento, en teoría, para reducir gastos. Lo que quizá no sabe el consistorio es que niñ@s y adolescentes entrenan cada día en ese pabellón y lo han hecho en condiciones meteorológicas muy desfavorables, con temperaturas excesivamente bajas.

De hecho, en al menos una ocasión, y como consecuencia del frío, el suelo del pabellón estaba cubierto por una capa de agua por el frío condensado en el exterior. Por ello, algunos grupos de fútbol sala se vieron obligados a entrenar como si el suelo fuese una pista de patinaje. Por suerte, el funcionario asignado en ese momento, tuvo sentido común y encendió la calefacción durante unos minutos para subsanar esta deficiencia.

Asimismo, la seguridad del pabellón no es la adecuada, puesto que la distancia desde la línea de banda y fondo a la pared es muy reducida y ya ha habido lesiones y problemas por este motivo. ¿La solución? Acolchar la zona de los laterales, actuación que se ha realizado hace solo unos meses y que tampoco soluciona el problema de una instalación anclada en el pasado.

La Alamedilla

(Foto: Onda Cero)
(Foto: Onda Cero)

El pabellón que debía tener el reconocimiento de ‘estrella’ de la ciudad no es otra cosa que una instalación obsoleta que pide a gritos una reforma urgente. Goteras, asientos levantados, un marcador que falla en innumerables ocasiones, porterías con hierros y redes rotas… para disputar competiciones de fútbol base e incluso de categorías más altas.

El proyecto ‘fantasma’ que prometió Lanzarote allá por 2008 (que se iba a terminar en 2011) sigue en saco roto, como otras tantas promesas. Su construcción data de los años 60, con una reforma a finales de los años 80… hasta ahora, con ‘parches’ que no mejoran su deficiente estado. Incluso las redes de las porterías de fútbol sala han estado rotas en varios partidos, igual que hierros sueltos en innumerables ocasiones.

La Aldehuela

Es el caso más sangrante de todos los anteriores por su gestión ‘privada’, pero con una parte abultada de dinero público; en torno a unos 700.000 euros anuales.

El resultado de las instalaciones dista mucho de lo que debería ser un complejo deportivo que se vende al exterior como algo extraordinario y no es otra cosa que un despilfarro de dinero público sin ningún tipo de garantía y calidad.

¿Qué pasa con el velódromo al aire libre? ¿Cuántas horas de ‘vuelo’ tiene? ¿Cero? ¿Por qué se cobró en su momento a los atletas salmantinos (olímpico incluido) una tasa por entrenar en la pista cubierta? ¿Acaso no hay que apoyar a los deportistas de élite con todas las facilidades posibles?

 

 

Por desgracia, no todo termina ahí; jugar en los campos de fútbol 11 y fútbol 7 es una auténtica lotería por la irregularidad del césped artificial y la inseguridad que presenta su estado, con zonas completamente levantadas que pueden provocar lesiones. Por no hablar del uso de la luz, cuyos focos se encienden menos de 5 minutos antes del inicio de los partidos y se apagan en la misma medida después del mismo, haciendo complicado calentar o cambiarse de ropa antes y después.

Pabellón Frontón del Reina Sofía

Otra de las instalaciones más surrealistas de la capital; se trata de un frontón que se ha convertido en una ‘pista’ de fútbol sala con suelo de cemento y una altura impropia de una instalación así, cuya temperatura ambiente está muy por debajo de lo que marca el termómetro en el exterior.

Este hecho provoca que los niños y adolescentes que entrenan cada día tengan que hacerlo en unas condiciones que no son las idóneas.

 

Goteras en el campo del Frontón del Reina Sofía

 

Las porterías, lejos de estar ancladas a la pared para evitar que puedan caer encima de algún usuario, tiene peso en su parte inferior para sujetar la misma, algo que no impide su movimiento.

Todo ello por no hablar de los baños y vestuarios, que no presentan una adaptación al año 2023. Cuando llueve, aparecen las goteras, dificultando los entrenamientos y poniendo en riesgo la integridad de todos.

 

Redes sujetas con bridas para evitar los agujeros

Anexo de Würzburg

Fue una obra-parche vendida como una hazaña por el Ayuntamiento dirigido por Carlos García Carbayo, que ha aliviado el apretón de los equipos para jugar y entrenar (baloncesto), pero su construcción presenta muchas deficiencias. Dos de ellas son el frío que se acumula en su interior y, el otro, las goteras existentes cuando llueve. No es raro ver imágenes con cubos para que no se moje el suelo y pueda provocar males mayores en forma de lesión o que el suelo se estropee.

Pabellón de Würzburg

El único pabellón que puede acoger competiciones de baloncesto de carácter oficial y de un mayor nivel tiene ya 30 años de vida tras su construcción en 1993.

Perfumerías Avenida y La Antigua CB Tormes disputan en esta instalación sus competiciones nacionales y europeas, pero es un recinto que ya se ha quedado obsoleto y que no va acorde con los tiempos actuales. Pide una reforma a gritos desde hace mucho tiempo y la solución del Ayuntamiento fue la de crear un anexo para que la cantera de los equipos pudiese entrenar en otro espacio, pero lejos de ser una instalación moderna y con capacidad.

Pabellón de San José

Una auténtica ‘caja de cerillas’ en el que en ocasiones entrenan equipos de fútbol sala o se alquila para uso particular, pero que dista mucho de ser una instalación aceptable para una ciudad como Salamanca.

Reina Sofía

Bien saben en Unionistas CF y el RS Monterrey lo que ha pasado con este campo de fútbol municipal que lleva en obras demasiados años y que está siendo un chorreo de dinero indecente por la ‘chapuza’ que se ha llevado a cabo por el gobierno municipal.

Más de dos millones de euros de dinero público se han invertido en un estadio en el que las cosas se hicieron mal desde el primer momento, con obras interminables. Barandillas, gradas, accesos, vestuarios, bares, baños… todo ello por no hablar de la resolución del contrato con la empresa que no avanzaba en las obras del estadio por incumplimientos.

Después del fin de las restricciones por la pandemia, los aficionados tampoco pudieron acompañar a su equipo por las deficiencias que presentaba el campo en materia de seguridad.

Una más sobre un campo de fútbol que se ha convertido en el cuento de nunca acabar. ¿Lo hará alguna vez?

Las Pistas del Helmántico

Algo parecido ocurre con Las Pistas, cuya situación no es mucho mejor que el resto de las instalaciones deportivas de Salamanca, lugar en el que entrenan muchos atletas de todas las edades y donde entrenan diferentes equipos de fútbol.

Su situación dista mucho de ser el lugar en el que un día se marcó algún récord del mundo que sigue vigente en la actualidad.

La Salud

Un pabellón sin gradas y apenas espacio y distancia entre la línea de banda y la pared; la seguridad para cualquier tipo de lesión o golpe brilla por su ausencia.

Hace solo unas semanas, el ayuntamiento de Salamanca procedió al cambio de superficie de la pista, lo que obligó a cerrar la instalación durante varias jornadas. Tras el final de esta pequeña obra, los diferentes equipos y particulares que usaron la pista recrearon un partido de patinaje en lugar de uno de fútbol sala por el tipo de suelo escogido para este pabellón.

 

Suelo deslizante en el pabellón de La Salud

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