España elevará el próximo 30 de noviembre al Consejo de Empleo, Política Social, Sanidad y Consumidores de la Unión Europea (EPSCO) la aprobación de un marco estratégico común sobre Salud Mental, fruto de los trabajos que se vienen desarrollando durante la Presidencia española del Consejo de la UE en esta materia.
Así lo ha adelantado el ministro de Sanidad en funciones, José Miñones, durante su participación en la clausura de la Reunión de Alto Nivel sobre Salud Mental que se ha celebrado hoy en Avilés (Asturias).
Como ha significado José Miñones, los Estados miembros han respaldado “por unanimidad” el impulso a unas conclusiones del Consejo de la UE que asegurarán un marco homogéneo de actuación Europa en torno a la salud mental; un acuerdo “amplio y útil” que va a permitir que cualquier país que se plantee una revisión de su estrategia de Salud Mental, pueda hacerlo “con garantías y con una misma visión estratégica”.
El ministro de Sanidad en funciones ha destacado los esfuerzos que el Gobierno de España lleva realizando desde el inicio de la Presidencia del Consejo de la UE, para establecer sinergias entre países para que la Salud Mental y para que los vectores de la prevención, detección y tratamiento sean comunes en toda Europa.
En este sentido, también ha subrayado la Comunicación que presentó la Comisión al inicio del presente semestre y que incluye oportunidades de financiación por valor de 1.230 millones de euros en el ámbito de la Salud Mental, la celebración de diferentes Reuniones de Alto Nivel o la solicitud cursada al Comité Económico y Social Europeo para emitir un dictamen que reconozca la importancia de priorizar la Salud Mental en Europa.
En definitiva, ha defendido Miñones, España ha buscado durante este período “visibilizar y avanzar” en uno de los mayores retos a los que se enfrenta la sanidad europea, “liderando una reflexión estratégica” al respecto y haciendo de la Salud Mental un punto principal de la agenda comunitaria en materia sanitaria.
En este contexto, ha señalado el alto impacto que la crisis ocasionada por la COVID-19, el incremento de los costes de la vida o la guerra provocada por la agresión de Rusia a Ucrania han generado en la salud mental de la población europea; “una verdadera epidemia silenciada” que ha afectado especialmente a los colectivos más vulnerables.
Respuesta frente al estigma
El ministro de Sanidad en funciones también ha defendido la necesidad de hacer frente al estigma y los tabúes que, tradicionalmente, han girado en torno a los problemas de salud mental, priorizando la respuesta de los Estados miembros en su agenda sanitaria. Un “cambio de paradigma” en el que España viene trabajando en los últimos años con la puesta en marcha de diferentes iniciativas y acciones, como la actualización de la Estrategia de Salud Mental y la aprobación del Plan de Acción de Salud Mental 2022-2024, con proyectos e hitos específicos.
Una hoja de ruta, dotada con 100 millones de euros y herramientas como la línea 024 de atención a la conducta suicida, que ha atendido más de 170.000 llamadas desde mayo de 2022 y que se suma a otras acciones como la creación de la especialidad de Psiquiatría Infantil y de la Adolescencia.
En el acto también han participado, entre otras personalidades, la delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa; la consejera de Sanidad, Concepción Saavedra; la secretaria de Estado de Sanidad, Silvia Calzón; el presidente de la Confederación Salud Mental España, Nel González; la directora general de Salud Pública, Pilar Aparicio; y la alcaldesa de Avilés, Mariví Montesirín.