Los restos mortales de José Antonio Primo de Rivera, fundador de Falange, ya han sido exhumados de su tumba en la basílica del Valle de Cuelgamuros, antes de los Caídos.
En la jornada de este 24 de abril llegaron al cementerio de San Isidro, donde cerca de 200 ‘simpatizantes’ forcejearon con la Policía mientras intentaban entrar, sin éxito, al camposanto. Los allí congregados cantaron el ‘Cara al Sol’ y gritaron ‘Arriba España’.
Se trata del cuarto entierro de Primo de Rivera, detenido en marzo de 1936 y fusilado en Alicante cuando estalló la sublevación militar que dio inicio a la Guerra Civil. Después del traslado de los restos de Franco y del fundador de Falange, queda pendiente la exhumaciónde más de un centenar de víctimas republicanas.
Por tanto, los restos mortales del fundador de Falange, fusilado en Alicante por los republicanos en noviembre de 1936, reposan ya en el cementerio sacramental de San Isidro, en Madrid capital, tras haber sido exhumados del Valle de Cuelgamuros, nombre que tenía antes de Franco se fijara en esta zona de la sierra de Guadarrama.
Todo el proceso se ha llevado a cabo a puerta cerrada y el gobierno de España ofreció a la familia que los restos permanecieran en el mausoleo, pero en una de las criptas donde yacen el resto de víctimas de la Guerra Civil. Pero los familiares del falangista prefirieron llevar la tumba al cementerio de San Isidro. El traslado coincide con el 120 aniversario del nacimiento del hijo del dictador Primo de Rivera.
De acuerdo con la Ley de Memoria Democrática (octubre 2022), los restos de Primo de Rivera no podían permanecer más tiempo en su tumba del Valle de los Caídos, que ha recuperado su nombre original de Valle de Cuelgamuros.