El equipo de Gobierno usa su mayoría para actuar de manera autoritaria y rechazar cualquier propuesta, aunque beneficie a los intereses de Salamanca.
La Diputación de Salamanca es solo un ejemplo más de la manipulación, el manoseo y el mal uso que hace el Partido Popular de las instituciones públicas cuando tiene el poder.
Ha convertido a este organismo, responsable del bienestar de todos y cada uno de los municipios, en su cortijo particular, sin tener en cuenta la representación del segundo grupo (9 diputados del PSOE), que lucha cada día por el crecimiento de los servicios públicos básicos en nuestros pueblos: educación, sanidad, transporte y el impulso del sector agroganadero.
Y si a todo esto le sumamos la rendición absoluta y la pleitesía ante Fernández Mañueco en la Junta de Castilla y León, el resultado no puede ser otro que éste: de las 66 propuestas que el grupo socialista de la Diputación ha llevado a las sesiones plenarias celebradas hasta el momento en lo que va de legislatura, el PP de Javier Iglesias ha rechazado el 89% del total
O lo que es lo mismo, 59 recibieron un ‘NO’ por respuesta, pese a contar con iniciativas tan importantes como la sanidad en el medio rural, la educación, el transporte entre municipios y hasta la capital… por no hablar de los incendios que asolaron a la provincia el pasado verano.
Pues bien, la respuesta del PP siempre ha sido la misma: negar el desarrollo y el impulso de nuestra provincia.
PLENO EXTRAORDINARIO SOBRE LOS INCENDIOS
Una muestra clara de la desidia, la dejadez y la incapacidad para gobernar la Diputación por parte del PP quedó muy clara en el pleno extraordinario celebrado el pasado 12 de septiembre, a petición del PSOE, para reclamar medidas, responsabilidades e iniciativas para los afectados por los incendios y que esta situación no volviese a ocurrir.
El grupo socialista demandó al PP cuatro acciones a realizar para la mejora del servicio de prevención y extinción de incendios de Salamanca. Fueron la siguientes:
Primera propuesta: revisar los horarios de los profesionales y cumplir los acuerdos firmados el pasado mes de julio con los sindicatos para que el SPEIS tuviera sus mejoras laborales. Además, el PSOE solicitó una revisión completa de la distribución de los parques profesionales.
Segunda propuesta: instar a la Junta a modificar todos los protocolos de prevención y extinción de incendios, transformar el sistema actual en un operativo permanente, trabajar de manera conjunta con la administración regional, más trabajo por parte de la Diputación en este servicio y colaborar en el mantenimiento financiero de este servicio esencial en la provincia.
Tercera propuesta: solicitar a la Diputación una ‘Estrategia provincial para la prevención y extinción de incendios forestales en Salamanca’ y la creación de un convenio entre Diputación y Universidad para estudiar estrategias de prevención.
Cuarta propuesta: convocar de manera inmediata las ayudas solicitadas por el PSOE el pasado 13 de agosto y ampliar estas subvenciones a todo el territorio afectado por los incendios, incluyendo todo tipo de daños.
La respuesta del PP, además de atacar como siempre a Pedro Sánchez, usado como comodín para todo, fue un rotundo ‘NO’.
Y, por si esto fuera poco, el PP tampoco ha dado explicaciones sobre por qué el parque de bomberos de Vitigudino estaba cerrado mientras una gran parte de la provincia se quemaba, con Cipérez como localidad más afectada.
El presidente de la Diputación tampoco ha renovado los convenios de este servicio con los ayuntamientos y sigue sin considerar como principal a un parque como el de Peñaranda, que cubre con voluntarios a toda la comarca.
SANIDAD, EDUCACIÓN, TRANSPORTE Y DESPOBLACIÓN
Por si esto fuera poco, el PP, siguiendo con su línea absolutista y de dejación de funciones, ha rechazado luchar por aspectos tan importantes como una UVI Móvil para Vitigudino y Peñaranda o un Soporte Vital Básico para Ledesma.
El PP también hizo caso omiso a la petición de contar con pediatras en localidades de la Sierra de Francia y la comarca de Béjar, así como luchar para cubrir las bajas y vacaciones de los sanitarios en la época estival en los municipios y comarcas de la provincia.

En el plano educativo, el PP rechazó una moción del PSOE que instaba a la Junta a establecer por Ley la gratuidad de los libros de texto y el material obligatorio para Educación Primaria, Secundaria y FP Básica, así como la petición de construcción de nuevos centros educativos en los puntos de la provincia donde es necesario.
El PP también dijo ‘NO’ al abastecimiento de agua en La Armuña o en la margen izquierda del Río Tormes.
Todo ello, por no hablar del transporte, con el fracaso absoluto del sistema BusCyL, señalado por los usuarios del mismo, a la hora de usar la tarjeta o el servicio gratuito impulsado por Mañueco. Igual que un transporte metropolitano que hace aguas, con autobuses ardiendo y con averías, y un servicio que deja a muchos municipios sin conexión entre ellos y con frecuencias a la capital escasas.
El equipo de gobierno sin consenso también echó por tierra una moción relativa a la implantación y recogida de los contenedores de residuos orgánicos para todos los pueblos de Salamanca, que abarataría los costes generales y una mejor gestión de los residuos.
LA LACRA DE LA DESPOBLACIÓN
Y, como punto final a la desidia de la Diputación de Salamanca se encuentra el principal mal endémico de nuestra provincia: la despoblación. En lo que va de legislatura han sido innumerables las propuestas del grupo socialista para llegar a un consenso de trabajo para luchar contra esta sangría, pero el PP siempre ha dado el ‘NO’ por respuesta.
La provincia, con la comarca de Vitigudino como principal ‘punto negro’, sigue perdiendo su bien más preciado, dejando a nuestros pueblos cada vez más vacíos y sin futuro, con el beneplácito de un Partido Popular que sigue a la perfección el ejemplo de su ‘jefe’ en la Junta: no hacer nada por nuestra tierra.



