El alcalde de la ciudad, Luis Francisco Martín, indica que las políticas del PSOE en Madrid «trasladan esa crispación a la gente».
El pleno último pleno del ayuntamiento de Béjar dejó una nueva imagen bochornosa fruto de la opacidad, el desgobierno y la deriva política de un PP que ha perdido el norte.
Tal es así que un poco antes de la finalización de la sesión plenaria, el alcalde de Béjar, Luis Francisco Martín, justificó los ataques a las sedes socialistas por las políticas del Gobierno de España.
«Desde el ayuntamiento, cuando nos dijeron que había sido pintada la fachada de su sede, el concejal dio la orden de limpiar la calle, no el escaparate, porque no es cosa suya; no es cuestión de apoyo, la verdad es que han tenido dos incidentes con un cartón insultándoles, otro pintarles la fachada y lo lamentamos y no queremos que a nosotros nos pase«.
«Pero, es cierto que la crispación social no podemos controlarla; a lo mejor, el problema no lo tienen ustedes en Bejar y sí el Partido Socialista en Madrid y que esa crispación se pueda trasladar«.
Ante esta situación, el portavoz socialista en el ayuntamiento de Béjar, Antonio Cámara, no fue ajeno a esta afirmación del alcalde de la ciudad y aseguró: «¿Está usted diciendo que las agresiones a la sede del PSOE de Burgos o al otras en España son por cómo está haciendo el trabajo el Partido Socialista en Madrid?».
Visto el lío en el que se había metido, Luis Francisco Martí intentó recular asegurando: «No justifico ninguna agresión…».
Por este motivo y ante las palabras del alcalde de Béjar justificando los ataques a las sedes del PSOE, la corporación socialista se levantó y abandonó el pleno como motivo de protesta.
«No he dicho nada más que hay personas descerebradas que hacen influir el comportamiento del PSOE en Madrid, con la señora Begoña, el señor Koldo, el señor hermano del presidente, el tema de las pensiones, de las corrupciones… no se pueden ir porque les digamos las verdades y la sociedad está crispada. Yo no justifico ninguna agresión. Vergüenza del Gobierno que tiene España; seguimos igual, siempre que escuchan algo que no les gusta, se van. Es democracia».
Una vez más, el PP de Béjar queda retratado, siguiendo con el silencio cómplice y el apoyo del PP de Salamanca, el PP de Castilla y León y el PP de Ayuso y Feijóo.
