La provincia ha perdido en solo tres meses 747 habitantes, mientras que la CCAA ha hecho lo propio con 1.343. El conjunto del país gana más de 82.000.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) sigue aseverando un hecho irrefutable: la sangría poblacional de Salamanca y Castilla y León, lejos de detenerse, sigue en su punto álgido.

La despoblación sigue siendo el principal drama de una provincia y una comunidad gobernadas por el PP desde hace casi cuatro décadas y que no levantan cabeza al perder su bien más preciado: las personas.

Los argumentos del alcalde de Salamanca, el presidente de la Diputación o el presidente de la Junta hablando sobre “gobernar para las personas”, no tiene su efecto en estos territorios, que cada vez cuentan con menos habitantes.

Los último datos del INE, relativos a la ‘Estadística Continua de Población’ revelan que en sólo tres meses (del 1 de enero al 1 de abril de 2024), la provincia de Salamanca ha perdido 747 habitantes, al pasar de los 327.162 del inicio de año a los 326.415 actuales.

Ya no llama la atención que nuestra Comunidad, Castilla y León, siga la misma tendencia que Salamanca, con una pérdida de población de 1.3434 habitantes en sólo tres meses, pasando de 2.390.452 del 1 de enero de 2024 a los 2.389.109 actuales.

Por contra, y como los datos no engañan, mientras Salamanca y Castilla y León siguen con su particular sangría, el conjunto del país gana población. Tal es así que España aumentó su padrón en 82.346 personas en ese mismo periodo de tiempo, al pasar de 48.610.458 del inicio del año 2024 a los 48.692.804 actuales.

¿Hacen falta más pruebas?