La Declaración de la Renta es un proceso que millones de españoles realizan cada ejercicio, de acuerdo con sus ingresos, pagadores, propiedades…
El plazo de presentación se abrió el pasado 11 de abril para los contribuyentes que la quieran confeccionar desde la sede electrónica de la Agencia Tributaria.
Los que quieran hacerlo vía telefónica debe esperar hasta el 5 de mayo y los que decidan hacerlo de modo presencial en su oficina más cercana, no podrán hacerlo hasta el 1 de junio, fecha que ha asignado el ministerio de Hacienda.
En muchas ocasiones, este proceso es muy complicado para muchas personas que o lo hacen por cuenta propia o contratan a un gestor para realizar este trámite.
Pero, ¿cuáles son los errores más comunes a la hora de presentar el borrador de la Declaración de la Renta?
No pedir el borrador porque no estás obligado a hacer la declaración
Que un contribuyente no esté obligado a hacer la declaración (por no llegar al mínimo de 22.000 euros) no significa que no le interese hacerla. Es más, puede ocurrir que el resultado sea a devolver y se puede comprobar de la siguiente manera:
- Solicitar el borrador de la renta.
- Cuando el contribuyente tenga su número de referencia, debe acceder al resumen de la declaración, donde verá el resultado.
Confirmar el borrador sin mirar
Aprobar el IRPF sin revisar el borrador es el mayor de los errores al hacer la declaración. De hecho, este error puede afectar de manera muy directa al resultado final; pueden incluso sancionar al contribuyente si el borrador tiene un dato incorrecto.
Por lo tanto, antes de aprobar el borrador de la Renta, el contribuyente debería revisar:
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Que los datos personales deben de estar actualizados, que los datos fiscales sean correctos o comprobar los gastos relacionados con sindicatos, partidos políticos… O todos los aspectos que se refieren a la vivienda, deducciones autonómicas, planes de pensiones o pérdidas que no se han compensado.
Olvidarse del paro
El paro es un pagador más, tal y como señala el Ministerio. El contribuyente debe incluir en su IRPF todos los ingresos. Al tener dos pagadores, los ingresos mínimos para estar exento de hacer la renta se reducen.
No incluir la segunda residencia en el IRPF
Al hacer la declaración, lo más recomendable es marcar cuál es la vivienda habitual y el resto que el contribuyente tenga en propiedad. Olvidar la segunda vivienda es un error común.
En el caso de tener una vivienda alquilada, el contribuyente tributará por ello.
Deducciones por maternidad
Si el contribuyente tiene un hijo menor de tres años, el sistema preguntará por la deducción que asciende a 1.200 euros por niño y se puede cobrar de forma anticipada a razón de 100 euros al mes.
Ahora existe un incremento por gastos de guardería y que supone un ingreso adicional de 1.000 euros anuales.
Familia numerosa
En el IRPF, las familias numerosas tienen un tratamiento especial; también existe una deducción de entre 1.200 y 2.400 euros por hijo, en función de la categoría de familia numerosa.