Durante más de 140 años los y las militantes del Partido Socialista Obrero Español han defendido la democracia en España.
No nos amedrentaron ni los golpes de Estado, ni las dictaduras, ni los terroristas. En libertad o en la clandestinidad, donde había un militante del PSOE los valores más profundos de los demócratas encontraban cobijo.
Podemos decir con orgullo que no hay otro partido político en el país con una hoja de servicios tan extensa y honrada en favor de España como el nuestro. Hoy tenemos enfrente a un viejo enemigo que llevaba décadas disfrazado dentro del Partido Popular y que ahora, se muestra sin ninguna vergüenza con toda su crudeza. La ultraderecha española, nostálgica del franquismo y alumna aventaja de los predicamentos que llegan de personajes como Trump o Bolsonaro, ha decidido recorrer el camino de la violencia callejera para lograr sus objetivos políticos.
“No van a lograr provocarnos”
Es un salto al vacío que debe ser respondido con toda la fuerza de nuestro Estado de Derecho y con la misma firmeza con la que hicimos frente a sus antecesores en la historia. Por muchas piedras que nos lancen, pintadas en nuestras Casas del Pueblo, amenazas de todo tipo en las redes sociales, insultos… no van a lograr provocarnos. Solo van a lograr que nuestras convicciones sean todavía más fuertes y que el país conozca la alternativa al gobierno progresista que proponemos desde el PSOE.
El Partido Popular, como también hizo en el pasado, ha demostrado la connivencia que tiene con esta ultraderecha. Son un partido fundado por exministros de Franco, por lo que a estas alturas pocas sorpresas compañeros. Su negativa a realizar una condena sin paliativos de la violencia que sufrimos también descubre su verdadero talante democrático. Lo pagarán en las urnas, como siempre les ha pasado.
A ti, compañero, compañera, queremos decirte que no podríamos hacer nuestro trabajo sin sentir tu apoyo cada día. No caigas en ninguna provocación y deja que se retraten cada tarde. Limpiaremos las pintadas, ignoraremos los insultos y no nos harán temer sus amenazas. Lo hemos hecho siempre en la historia ante otros que lo intentaron y no serán estos los que nos dobleguen.