El sindicato veterinario de Castilla y León (Sivecal-Uscal) ha exigido este 7 de junio la dimisión del consejero de Agricultura, Gerardo Dueñas, por los “graves perjuicios al sector ganadero” y poner en riesgo “la salud pública” al rebajar los controles a la tuberculosis bovina, decisión rectificada por la Justicia y el Ministerio.
Así lo ha indicado el presidente del sindicato, Manuel Martínez, en una rueda de prensa celebrada en Valladolid, denunciando la decisión de la Consejería. “Si la Junta hubiese seguido el consejo de los veterinarios y la ciencia, no se habría llegado hasta aquí“, dijo.
También se refirió al incidente que tuvo lugar este lunes 5 de junio en la delegación de la Junta en Salamanca, asegurando que estudian denunciar “las negligentes actuaciones políticas” de la Consejería y a los responsables de las acciones violentas, que se saldó con 11 policías heridos y un detenido.
Asimismo, Martínez advirtió que la Unión Europea podría incluso multar a España si insiste en incumplir la normativa europea de sanidad animal, pudiendo generar pérdidas en la PAC por incumplir los programas sanitarios.
Tal es así que los veterinarios cifran en 3,8 millones de euros las pérdidas generadas para los ganaderos en los 10 días que la cabaña de 6 provincias -menos Burgos, Valladolid y León- ha estado inmovilizada por orden del Ministerio por no cumplir la normativa sanitaria.
Este colectivo de veterinarios ha indicado que como forma para poder erradicar la enfermedad, la Junta de Castilla y León debe realizar, en zonas de especial incidencia, un mayor control en la fauna silvestre afectada por la tuberculosis, para impedir que llegue a la cabaña ganadera.
Los cérvidos, los zorros, el lobo o el tejón son algunas de las especies silvestres que pueden transmitir la enfermedad, pero el gobierno autonómico no ha tomado “medidas exhaustivas” al respecto.