La ministra de Sanidad, Mónica García, ha hecho público este 10 de enero, que la mascarilla será obligatoria en todos los espacios sanitarios a partir de esta fecha.
Todo ello, con el único objetivo de proteger la salud pública ante el elevado número de casos de infecciones respiratorias en este periodo invernal y un aumento de la incidencia entre la población española.
«El fin es dar un respaldo jurídico a todas las comunidades autónomas y reconocer su singularidad y capacidad de adpatación a esta nueva situación sanitaria», explicó. O lo que es lo mismo, esta obligación en el uso del tapabocas, «podrá pasar a ser sólo una recomendación en aquellas CCAA que presenten un descenso en los datos de incidencia acumulada en las dos últimas semanas en lo que infecciones respiratorias se refiere», indicó García.
Ante esta situación, Sanidad se hace cargo del aval jurídico necesario para las regiones que necesiten más tiempo en la utilización de la mascarilla, al tiempo que se han incorporado varios elementos nuevos.
Entre ellos, destacan la flexibilidad a la hora de retirar esa obligación de las mascarillas, con una recomendación de su uso también en las farmacias, o «intensificar la comunicación con las CCAA en las campañas de vacunación y la recomendación en la ventilación de espacios cerrados», añadió la ministra de Sanidad.
Peculiaridades en cada territorio
Asimismo, el Gobierno ha optado por retirar del documento acordado con los representantes de las comunidades autónomas el punto que hacía hincapié en los planes de contingencia, ya que cada «territorio tiene sus peculiaridades y hemos recogido las aportaciones de todas las CCAA, agradeciendo su labor y la de todos los profesionales de los distintos departamentos», expresó García.
Por último, la titular de la cartera de Sanidad quiso dejar claro que está satisfecha con la «responsabilidad de la población, que ha aplicado el sentido común, con el único objetivo de proteger a los más vulnerables y evitar la propagación de estas infecciones respiratorias».